¡Buenos días!
Llegamos casi al ecuador de nuestra estancia en Búbal, y en este miércoles maravillosamente soleado hemos dedicado la mañana a una excursión por los alrededores de Búbal.
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| Subiendo por el sendero |
En concreto nos hemos acercado al boyeral. Hemos subido unas cuantas cuestas, hemos atravesado caminos sombríos con setos de boj, hemos visto acebos, abedules, álamos temblones...
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| ¡Cómo se disfruta de la clase cuando la pizarra es tan real! |
Y, lo más alucinante, nos hemos introducido en un hayedo. Durante el recorrido hemos aprendido cosas sobre la formación geológica de los pirineos, sobre el glaciarismo, sobre los usos tradicionales de estas tierras, e incluso hemos oído bonitas historias en la frontera entre la leyenda y la más pura realidad.
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| ¡Qué historias más bonitas nos cuenta Jesús! |
Todos volvemos algo más morenos, porque nos ha dado el solecito y todos encantados del paseo tan agradable. Ah! eso sí, durante toda la mañana un grupo nutrido de buitres nos han acompañado vigilantes desde lo alto...
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| Los buitres leonados nos han acompañado en el camino |
Después la comida, ensaladilla y conejos criados aquí en Búbal, con patatitas. Y de postre, flan.
Ahora vamos a descansar un poquito y... ¡seguimos!
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